El centro de la Biblia es Jesús
No
se trata de un libro que habla sobre Jesús, sino más bien es Jesús hablándonos
a través de un libro.
Él es el tema de todo el libro y el personaje central
de todas las historias, fue por su palabra que existieron todas las cosas. Aquellos
símbolos y ritos que encontramos en la Biblia están allí sólo para llevarnos a
Jesús, y el espíritu de todas las profecías, es decir su inspiración, también
es Jesús.
En muchas ocasiones se enseñan las creencias de la
iglesia por un lado y la fe y Jesús por otra, como si fuera posible comprender
la una separada de la otra. Es importantísimo que entendamos que es imposible
continuar si primero no aceptamos esta maravillosa verdad, nada en la Biblia
puede entenderse sin Jesús, Él es el centro del mensaje y solo a través de Él
es posible entender el propósito y la razón de todo, mejor aún Él lo es todo.
Como lo señalara Morris Venden:
“Al estudiar las doctrinas a la luz de la vida y el
carácter de Jesús, y lo que ellas nos enseñan acerca de él y de nuestra relación
con él, le encontramos significado a las enseñanzas distintivas de nuestra
iglesia, y nos preparamos para compartir esas verdades con el mundo que espera
a nuestro alrededor.”[i]
Solo en la persona de Jesús podemos encontrar sentido
a las enseñanzas bíblicas, incluso aquellas prácticas del Antiguo Testamento
que hoy parecen tan ajenas a nuestra fe
La palabra de Dios
Un
padre que tenía que realizar un largo, pero muy largo viaje, no tendría la
oportunidad de ver crecer a su hijo por lo que le escribió una gran cantidad de
cartas, una para cada etapa de su vida. Tratando de imaginar cada una de las
cosas que su hijo tendría que vivir durante su ausencia, el padre le escribió
una carta para su primer día de clases y otra para su primer examen. También
había algunas cartas para cuando estuviera enfermo o triste y por supuesto le
escribió cartas para cada uno de los cumpleaños en los que él no podría estar.
En cada una de las cartas, el padre, incluía la
cantidad de tiempo que aun restaba para su llegada, de esta manera el hijo,
cada vez que leía una carta sentía que su padre estaba más cerca.
Esta simple historia nos ayuda a entender lo que Jesús
quiere decirnos a través de la Biblia.
Jesús se comunica con nosotros por medio de su palabra
y es mediante ella que conocemos su voluntad para nuestra vida, en ella
encontramos un mensaje para cada circunstancia de la vida y es la Luz que
ilumina nuestro camino en medio de la oscuridad.
Jesús dijo: “las palabras que les he hablado son
espíritu y son vida.”[ii]
Esto nos muestra que las palabras de Jesús son
diferentes a cualquier otra. Cuando Jesús habla, las cosas cambian. Todo lo que
está a tu alrededor existe únicamente por su palabra. El habló e hizo que todo
existiera, incluyéndote a ti. Sin su palabra tú y yo simplemente no
existiríamos.
Tres conceptos
Al
estudiar la Biblia existen tres conceptos que es necesario podamos conocer con
relación a ella:
a. Inspiración: Es un proceso por medio del cual
Dios capacita a un hombre o una mujer de su especial elección para recibir y
comunicar en forma precisa, competente y fidedignos mensajes de Dios para su
pueblo.[iii]
b. Revelación: es la manera como Dios se muestra
al hombre, la forma como se da a conocer. Existen 2 tipos de revelación, la
general y la especifica:
·
Revelación
general, es el conocimiento del carácter de Dios que se obtiene a través de la
historia, la conducta humana, la conciencia y la naturaleza.[iv]
Se le conoce como revelación general porque está disponible para todas las
personas.
·
Revelación
especial, es el contenido del mensaje que Dios transmite a trabes de un profeta
por medio del proceso de Inspiración. Este es un mensaje verdadero, digno de
confianza y que tiene autoridad sobre nuestras vidas.
Cuando
Adán y Eva aun no habían caído aún en el pecado, la relación que mantenían con
su creador les permitían verle cara a cara y la naturaleza perfecta trasmitía
en todo su esplendor el amor de su creador. Hoy, más de 6000 años después de la
entrada del pecado en este mundo no es posible que podamos llegar a conocer a
Dios plenamente a través de la naturaleza puesto que contaminada por causa de
pecado. Por esta razón Dios en su infinita misericordia nos a dado una
revelación especial para poder llegar a conocerle, tanto la Biblia como Jesús,
quien es la mayor de todas las revelaciones.
c. Iluminación: es la obra del espíritu Santo que
capacita hoy al oyente, observador o lector para comprender las verdades espirituales
guardadas en su palabra y para poder obtener lecciones para su vida en la
naturaleza.
Querido amigo, espero de todo corazón que al avanzar
en la lectura de este libro descubras que la Biblia es mucho más que un
conjunto de reglas o doctrinas. La Biblia:
“...genera vida, crea fe,
produce cambios, asusta al diablo, realiza milagros, sana heridas, edifica el
carácter, transforma las circunstancias, imparte alegría, supera la adversidad,
derrota la tentación, infunde esperanza, libera poder, limpia nuestras mentes,
hace que las cosas existan y garantiza nuestro futuro para siempre.”[v]
¡Qué maravilloso! no podemos vivir sin su palabra, no
podemos estar sin su voz.
Conociéndolo en su Palabra
Si
Jesús nos habla por medio de su palabra entonces todos deberíamos tener una
Biblia. En realidad nunca hubo tantas biblias como hoy. Pero una Biblia en el
estante o abierta sobre la mesa no sirve de nada, carece de valor. Millones de
cristiano mueren por falta de palabras de vida. No es posible pretender conocer
a Jesús y ser su amigo, si primero no dedicamos tiempo para estar con Él.
Si tú realmente deseas conocer a Jesús estar con Él
debe ser tu prioridad, a esto Jesús le llamó “permanecer”. Él dijo: “si ustedes
permanecen en mis palabras serán verdaderamente mis discípulos.” (Juan 8:31)
Permanecer en la palabra de Dios día a día, implica
por lo menos tres acciones:[vi]
1. Debo aceptar su autoridad. La Biblia debe
llegar a ser máxima autoridad de tu vida: la brújula en la que confíes y que te
guíe, el concejero al que escuches para tomas decisiones sabias, y la
referencia para evaluar todo. La Biblia debe ser la primera y la última palabra
de tu vida. La decisión más importante que puedes tomar hoy aceptar a la Biblia
como la máxima autoridad de tu vida, por encima de las costumbres, cultura o tradición.
Cuando tengas que tomar una decisión primero pregunta: ¿Qué dice la Biblia?
Resuelve que cuando Jesús te diga algo por medio de su palabra, confiaras en
ella y lo harás, tenga sentido o no, aunque no tengas ganas de hacerlo.
2. Debo asimilar su verdad. No basta solo creer
en la Biblia sino que debo llenar mi mente de ella para poder ser transformado
por su verdad. Para esto hay cinco maneras: 1)
Recibirla, recibes las palabras de Jesús cuando la escuchas y aceptas con una
mentalidad y actitud receptiva. 2) Leerla. Durante cientos de años solo
un grupo muy selecto tenía acceso a la lectura de la Biblia. En aquellos
tiempos había algunos que estaban dispuestos a arriesgar su vida con tal de
poder leer tan solo un párrafo de la escritura. Hoy todos tenemos libre acceso
a ella pero preferimos leer el periódico o mirar televisión. No puedes llegar a
ser amigo de Jesús si no le dedicas tiempo. Si tan solo dejas de mirar
televisión 15 minutos al día y los dedicas a la lectura de la Biblia, la habrás
leído toda al cabo de un año. 3) Investigarla, la diferencia entre leer e
investigar esta en formularse preguntas y anotar tus ideas. En realidad no has
estudiado la Biblia si no has tomado nota de tus ideas y pensamientos en un
papel o cuaderno. 4) recordarla, tu memoria es como un músculo, mientras más lo
ejercites más fuerte se pondrá. Los beneficios de memorizar versículos de la
Biblia son enormes y solo los descubrirás cuando te atrevas a hacerlo. Al final
de cada capítulo he puesto algunos versículos qué harías bien en memorizar. 5)
Reflexionar. La idea aquí es que dedique tiempo a la meditación. Muchos creen
que meditar es concentrarse en nada o dejar la mente en blanco, pero la
meditación bíblica es todo lo contrario, consiste en concentrar el pensamiento.
Eliges un texto bíblico y reflexionas en el una y otra vez.
3.
Debo
aplicar sus principios. Es completamente inútil recibir, leer, investigar,
recordar y reflexionar en la palabra si no la ponemos en práctica. Este es el
paso más difícil de todos puesto que a Satanás no le molesta tanto que leamos,
investiguemos y meditemos, lo que realmente el no quiere es que lleguemos a
practicar aquello que hemos aprendido.
[i] Morris Venden. Fe en acción (Buenos Aires: ACES. 1980), 302.
[ii] Juan 6:63 (versión La Biblia de las Américas).
[iii] Ellen G. White, El conflicto de los siglos, viii.
[iv] Gluder Quispe, Grandes temas de la Biblia, 19.
[v] Rick Warren. Una vida con propósito (Miami: Editorial Vida. 2002), 201.
[vi] Warren, 202-207.