La trinidad es un misterio
Casi puedo escuchar la pregunta en tu mente, si la trinidad en un misterio ¿entonces para que la estudiamos?, si por más que la estudiemos no llegaremos a comprenderla plenamente. Créeme que yo me he hecho esa pregunta muchas veces.
Si bien es un misterio, Dios no quiere que estemos a ciegas en cuanto a este asunto tan importante. Por ese motivo es posible encontrar en la escritura una gran cantidad de referencias que nos dan luz en cuanto a este asunto. De eso se trata este capítulo, de conocer aquello que ésta revelado y tener una base para aceptar por fe aquello que aún no comprendemos.
La imagen que nos muestra la Biblia no es la de un Dios solitario, poco sociable, tímido o retraído. Dios es amor y el amor necesita de compañerismo.
En Génesis 1:26 encontramos el relato de la creación del hombre:
“Entonces dijo Dios hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves de los cielos, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra”.
Claramente no está refiriéndose a un monologo sino más bien un dialogo que implica por lo menos a más de una persona, “y dijo Dios: hagamos”, existe un consenso entre la deidad para crear al hombre.
Este punto se hace mucho más claro en Mateo 28:19 en donde encontramos la gran comisión: “por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del PADRE, del HIJO y del ESPÍRITU SANTO” (mas mayúsculas son agregadas).
Aquí se describe a Dios en tres personas. La divinidad consiste en el PADRE, el HIJO y el ESPÍRITU SANTO. Los tres son todopoderosos, coeternos y poseen la misma sustancia.
Antes de hablar sobre las personas que componen esta trinidad, hay por lo menos 3 verdades que la Biblia nos señala con precisión y que nosotros debemos conocer.
1.  Dios es tres personas (Juan 1:1-2; Heb 7:25; Rom 8:27) No se trata que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sean una perso- na así que cada una es 33.3 % de una persona puesto que los tres juntos conforman un entero. Cada uno de ellos es una persona los 3 tienes su propia individualidad pero son un solo Dios.
2.  Cada persona es plenamente Dios (Gen 1:1; Mat 28:19) Son 3 personas diferentes, y cada una de ellas es plenamente Dios, no es que el Padre sea más Dios que el Hijo o que el Hijo sea más Dios que el Espíritu Santo. Tanto el Padre como el Hijo y el Espíritu Santo son plenamente Dios.
3.  Existe sólo un Dios (Deum. 6:4-5; Exo 15:11; Rom 3:30) Si cada uno de las personas de la Trinidad es Dios, ¿entonces tenemos 3 dioses? De ninguna manera, la Biblia declara enfáticamente que solo existe un Dios en tres personas.
Dios Padre
Nuestra mente finita pareciera obligarnos a darle un comienzo y final a todas las cosas. Éste es uno de los primeros inconvenientes con los que nos encontramos al tratar de entender cómo es Dios.
¿Quién hizo al Padre? Es una pregunta ingenua, pero real, que aparece en nuestra mente. La Biblia no se dedica a explicar el origen de Dios, sólo se limita a darlo por hecho. Pero las palabras de Jesús en Juan 5:26 nos ayudan a aclarar el panorama “Dios tiene vida en sí mismo.”
Dios es la vida, es el origen de todas las cosas. No tiene comienzo ni fin, existe desde siempre y para siempre.
Para conocer un poco mejor a Dios Padre, analizaremos los atributos que se mencionan en la Biblia.
Existen dos tipos de atributos, los incomunicables y los comunicables. Los incomunicables comprenden aspectos de su naturaleza divina que no han sido revelados a los seres creados.[i]
•     Dios tiene existencia propia (Juan 5:26)
•     Es independiente en voluntad y poder (Efe1:5; Sal 115:3)
•     Es omnisciente, conociendo todas las cosas (Job 73:19)
•     Es omnipresente, por lo que trasciende toda limitación del espacio (Sal 139:7-12)
•     Es todo poderoso, Omnipotente.
•     Es inmutable o incambiable.
Los atributos comunicables de Dios fluyen de su amorosa preocupación por a humanidad. Incluyen el amor, la gracia, la paciencia, la santidad, la verdad, la justicia y la misericordia.[ii]
Respecto a estos dos últimos atributos comunicables es interesante notar que Dios es justo y misericordioso.
Estos son 2 de los conceptos más difíciles de comprender, sobre todo si están juntos. Para Dios la justicia es parte de la misericordia y cada uno de sus acciones son motivadas por el amor. De esta forma tenemos a Dios como el único capaz de manejar estos 2 conceptos que para los seres humanos parecieran tan excluyentes el uno del otro. La justicia no es menoscabada en beneficio de la misericordia así como tampoco se suplanta la misericordia con el propósito de hacer justicia.
Dios Hijo
Jesús es Dios, pero también es hombre. Esto suena bastante raro cuando lo escuchamos a la ligera, pero revela una de las verdades más hermosas que nos enseña la Biblia.
No dedicaremos mucho tiempo para argumentar la primera idea puesto que la mayoría de las personas la acepta fácilmente, pero repasemos algunos textos. “El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). Dios mismo, refiriéndose a Jesús en su bautismo le dijo: “Tú eres mi hijo amado” (Lucas3:22). Hasta el diablo y los demonios sabían quién era Jesús puesto que además le dijeron “Sabemos quien eres: eres el hijo de Dios.” Y por supuesto Jesús mismo sabia que procedía de Dios y que era Dios (Juan 13:3). “De modo que Jesús era Dios, lo siguió siendo cuando se hizo hombre, y lo sigue siendo hoy a la diestra del Padre.”[iii]
Pero es indudable que también fue hombre, la Biblia también tiene muchos registros de esto. “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Como hombre se cansó (Juan 4:6), tuvo sueño (Mateo 8:24), tuvo hambre (Marcos 11:12), tuvo sed (Juan 4:7).
Como hombre conoció lo que tú y yo hoy sufrimos, por esto es que nos entiende. Como Dios tiene el poder para salvarnos del pecado.
Jesús es Dios, Jesús es Hombre, Jesús lo es todo.
Cuando Jesús nació en Belén como un bebito indefenso, era Dios, pero también era hombre. Muchos, tratando de entender este misterio de la encarnación llegan a creer que Jesús era en parte Dios y en parte hombre, algo así como un 50/50.
La Biblia no nos habla de un Jesús mitad mitad, la Biblia habla de un Jesús 100% Dios y 100% hombre.
Para muchos otros la discusión está en qué tipo de hombre era Jesús, como Adán, antes del pecado o después del pecado y para dar respuesta a esto podríamos estar discutiendo hasta mañana y no ponernos de acuerdo.
Creo que en cierto modo Jesús era como Adán antes de pecar y como él después del pecado. Jesús era como Adán después de la caída, y en lo que respecta a su naturaleza física y mental.[iv] Pero era semejante a Adán antes de la caída, porque en él no había pecado.
Jesús tenía todas las desventajas que tuvo Adán en relación al pecado. Podía ser tentado y ceder a la tentación. Si no hubiese sido posible que Jesús pecara entonces Satanás no habría insistido tanto en tentarlo. Podría haber fallado, caído y pecado. El tuvo todas las desventajas pero no pecó. “Ningún vestigio de pecado mancilló su imagen de Dios en Jesús. Sin embargo, no estuvo exento de tentación.”[v]
Esto significa que en él no hubo nada, absolutamente nada de pecado. En su naturaleza espiritual no existía la propensión ni la tendencia al pecado. Espiritualmente Jesús no tenía deseos de pecar. Estoy seguro que no puedes decir eso de ti ni de ninguna persona a la que conozcas, porque nuestra naturaleza espiritual es una naturaleza caída. Esto pareciera ser una ventaja, mientras que Elena de White nos dice que Jesús no tuvo ventajas sobre nosotros.
¿Cómo se entiende esto? Porque Jesús jamás recurrió a la ventaja que le daba ser Dios. Vivió la vida como nosotros debemos vivirla, dependiendo de su Padre y en comunión con él.
Dios Espíritu Santo
Todos los atributos que fueron mencionados en relación a Dios el Padre también son aplicables para el Hijo y para el Espíritu Santo puesto que los tres son una sola persona.
Durante mucho tiempo las personas creyeron que el Espíritu Santo era una fuerza o energía, pero la Biblia nos enseña que el Espíritu Santo es una persona al igual que el Padre y el Hijo.
A continuación veremos algunos textos que nos muestran características especiales del Espíritu Santo.
1 Corintios 12:11 “pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo espíritu, repartiendo a cada uno en particular como el designa”.
El Espíritu Santo tiene voluntad propia. No es meramente una fuerza como la electricidad, sino que es un ser con voluntad
Romanos 8: 27 “Y el que escudriña los corazones sabe cual es el intento del espíritu, porque él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios”
Solamente una persona es capas de pensar. Una mera energía no.
Efesios 4:30 “Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios en quien fuisteis sellados para el día de la redención”.
Solamente una persona tiene sentimientos.
Jesús y el Espíritu Santo son socios en su trabajo por y en nosotros. Jesús y el Espíritu Santo obran juntos. Además de producir en nosotros la conversión y la regeneración, el Espíritu Santo purifica nuestras vidas, a esto se le conoce como Santificación.
Muchos cristianos creen que arrepentirse del pecado y convertirse es suficiente, y se pasan la vida sin hacer nada para cooperar con el Espíritu Santo en su obra de purificación.
 “Es por medio de una constante comunicación y relación con Dios coperamos con el Espíritu Santo en la realización de su obra purificadora en nuestras vidas. Cuando decidimos mantener una permanente relación con Jesús, le permitimos al Espíritu Santo realizar en nosotros la purificación que tiene en mente.”[vi]




[i]Gluder Quispe. Grandes temas de la Biblia (Ñaña, Lima: Editorial Imprenta Unión. 2002), 36-37.
[ii] Gluder Quispe. Grandes temas de la Biblia (Ñaña, Lima: Editorial Imprenta Unión. 2002), 37.
[iii] Morris Venden, Fe en acción (Buenos Aires: ACES, 1980) 348.
[iv] Elena de White, El deseado de todas las gentes (Buenos Aires: ACES, 1987) 92.
[v] Ibid, 52.
[vi] Morris Venden. Fe en accion (Buenos Aires: ACES. 1980), 326.